sábado, 17 de junio de 2017

Makkuro-kurotse

Makkuro…

Me gusta mucho disfrutar el mar cuando faltan unos días para que comience el verano, pero me gusta mucho más el sol en cualquier estación. Las montañas no son un paisaje ajeno a mi vida. Permanecí rodeada de ellas durante al menos unos 10 años. De la infancia a la adolescencia.
Corría un frío invierno de 1984, cuando con apenas 6 años amanecí con las montañas azules en mis ojos. Un lugar totalmente diferente del que había abandonado. Nos habíamos mudado de las pampas y sus largos horizontes, a las montañas mas lindas del mundo. Todos los secretos que guardan ellas son los de mi niñez tan ligada a los miles de recuerdos generados de mis vivencias. Fui muy feliz esa época.
Luego llegó mi adolescencia, y todo lo que había descubierto a los 8 años se hizo una realidad. Llegaron las limitaciones, los logros, y tantas cosas. La mayor decepción fue que tenía que esperar a la mayoría de edad para largarme al mundo, ya que antes no podía. Esperé. Hasta los 15 casi 16 fui feliz con mis actividades deportivas y los viajes que llenaban la adolescente que derramaba energía por doquier que era yo. Luego fue una tortura, puesto que me veía encerrada en un lugar que ya no era el mío. Ahí es donde siento que perdí tiempo. Debí haber partido antes, ya se había terminado los años de vivir ahí, al menos en esa época. En fin cosas que no tienen remedio.
Buenos Aires me recibió como lo esperaba. Tan tramposo-tan injusto- y tan seductor. Toda la trama de la historia anexada a la ciudad. Ahhh, aprendí a aprender aprender vida….y siempre siempre no me arrepiento de nada.
Gracias vida por darme la oportunidad de vivirte así.

 LaMaga#Tornu#2017