Pero es que traías ese maldito olor que me pudo vencer, y trastabillé muy segura por los influjos de la fragancia más exquisita, la de tu estupenda inoCiencia.
Y se quedó flotando en mi cama.
Y me dormi entre tus brazos níveos como si fuera el primer sueño placido de un recien nacido.
Cuando te fuiste, la ternura se hizo un ovillo y se puso a ronronear la siesta con los gatos.
Exkobardo
LaMaga#27March2011#Escobar-Pcia de Buenos Aires-Argentina
Hermoso. Toda una poeta.
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