Piel afuera era un hombre corriente que vestía pantalones de dril, y camisa de mezclilla y llevaba los pies descalzos.
Piel adentro era dulce y suave como los frutos maduros a la sombra. Fresco como las flores después de la llovizna.
Su rostro, endurecido por el sol y el trabajo del campo, dejaba adivinar una ternura escondida, como se adivina la savia debajo de la corteza de los cedros.
Su voz tranquila, suave y acariciante, parecía haber sido hecha con algodones húmedos y pulpa de durazno.
Amaba a todos los hombres y a todos los animales.
Por eso, en el pueblo, era considerado un hombre raro.
El amor arraiga tan pocas veces en los corazones humanos que, cuando alguno lo posee y le florece, los demás lo miran a hurtadillas, como si fuera un ser llegado de otro planeta. "
Fragmento de "La Hermanita Menor" de Jorge Bravo.
#lamaga#
tornquist-argentina-22abril-2010 at 19:11pm
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